Incluso la mejor hoja no se convertirá en un buen cuchillo sin un mango cómodo. Para que encaje perfectamente en tu mano, es mejor hacerlo tú mismo con tus propias manos. Si está cansado de los clásicos mangos de madera y quiere algo inusual, esta idea le gustará.
Primero necesitas moldear un espacio en blanco para el mango de resina. Para hacer esto, se mezcla epoxi con un endurecedor. Lo ideal es mezclarlo dos veces, la segunda vez en un recipiente nuevo y limpio. Esto eliminará la presencia de componentes sin mezclar cerca de las paredes y el fondo del recipiente.
Se añade polvo de pigmento fluorescente a la resina y se mezcla nuevamente.
Luego se vierte el epoxi en el molde, que se coloca en un recipiente con agua fría para evitar que la resina hierva como resultado de la reacción química.
Una vez que la resina se haya endurecido, debes cortar la pieza en 2 pedazos.
En el centro se perfora un agujero para el vástago. En uno está acabado, en el segundo está sordo.
También es necesario hacer una pieza del mango de madera con un orificio pasante.
Para ensamblar el mango, debe instalar un refuerzo en el mango del cuchillo. Luego se pega una pieza en bruto de resina, madera y nuevamente de epoxi, pero con un agujero ciego. Para ello, se utiliza un pegamento de dos componentes, teñido con pigmento para contrastar.
Una vez seco el pegamento, se debe lijar el mango para obtener la forma deseada.
El toque final consiste en impregnar el inserto de madera con aceite de linaza.
Este mango brilla en la oscuridad, por lo que es imposible perder de vista el cuchillo. Siempre estará a mano.