Proceso de prueba de pulmón
Es necesario respirar profundamente y con calma estando de pie o sentado, exhalar y contener la respiración durante 10 segundos. Después de esto, la respiración se reanuda, primero con una respiración corta, luego con una más profunda, volviendo gradualmente a la normalidad.
Si un retraso de 10 segundos no causa molestias ni ganas de respirar profundamente, a menudo como después de bucear, entonces todo está bien con los pulmones. Cuando la respiración se vuelve difícil y el ritmo cardíaco aumenta, esto indica que los pulmones no pueden hacer frente. En este caso, es necesario consultar urgentemente a un terapeuta y someterse a una fluorografía.