El ángulo de afilado se establece en fábrica y no se puede cambiar mientras se utilizan las tijeras. Aquí es donde reside en mayor medida la habilidad de afilar una determinada herramienta de corte a lo largo de toda la hoja.
Veamos cómo los profesionales afilan las tijeras y, en general, cómo se mantienen en perfectas condiciones de funcionamiento.
Afilar tijeras
Comenzamos la inspección con las superficies internas de las palas. Una ligera aspereza e incluso rayones superficiales no solo son aceptables aquí, sino también necesarios: gracias a ellos, el material cortado no se desliza a lo largo de las cuchillas y se procesa de manera eficiente.
Si quedan rayones profundos y rebabas después del afilado, la superficie interna de las cuchillas se puede corregir ligeramente con una piedra de afilar plana o redonda de grano fino, después de rociarlas con agua. No es necesario mostrar especial diligencia a este respecto.
El momento más crucial es afilar los bordes cortantes de las hojas de las tijeras. Aquí la profesionalidad radica en mantener el ángulo de afilado inicial, que debe permanecer constante desde el principio hasta el final del filo, es decir, no se puede prescindir de la “dureza” de la mano.
Es necesario sujetar firmemente la hoja con el filo hacia arriba en un tornillo de banco de carpintero.
Como herramienta de afilado se puede utilizar una lima de muesca fina o un juego de piedras de afilar de diferentes tamaños de grano. También puedes utilizar una piedra redonda. Por supuesto, el afilado debe realizarse mediante tecnología "húmeda".
Durante el afilado, es necesario limpiar periódicamente la hoja con un paño suave y comprobar el grado de afilado del filo. Un artesano experimentado puede hacer esto fácilmente pasando el dedo por el borde.
Un especialista con menos experiencia deberá comprobar el filo cortando la tela. Se considerará de alta calidad si las tijeras cortan fácilmente la tela en cualquier parte de la hoja, incluidos los extremos, sin aplastar el material ni “masticarlo”.
cuidado de tijeras
A veces, incluso una herramienta bien afilada no corta bien. En este caso, conviene comprobar el apriete del tornillo que sujeta las palas. Si es insuficiente, se forma un espacio entre los filos de corte, en el que el material se atasca y el proceso de corte se detiene o se vuelve de mala calidad.
Este defecto se puede eliminar fácilmente: apriete (¡pero no demasiado!) el tornillo y el problema desaparecerá.Para un funcionamiento de alta calidad de las tijeras, no está de más lubricar ocasionalmente este tornillo y las áreas adyacentes de la palanca con una gota de aceite para máquinas.
Otro problema durante el corte puede ser la aparición de un hueco en los extremos de las cuchillas. En este caso, los bordes cortantes no se cerrarán y el material al final de las tijeras no se cortará. Eliminar tal defecto no es difícil: el problema está en topes especiales de plástico o metal ubicados entre los anillos, que deben pulirse ligeramente con una lima.