Tradicionalmente, para la colocación de estufas se utiliza mortero de arcilla. No cuesta nada, es resistente al calor y mantiene unida la mampostería de manera confiable, pero solo si se prepara adecuadamente. Mucha gente intenta mezclarlo en proporciones estrictas de 1:3 o 1:4, como resultado la solución congelada comienza a agrietarse o derramarse, por lo que los artesanos novatos se decepcionan y compran mezclas de mampostería especiales y costosas. El hecho es que la arcilla y la arena son diferentes en todas partes, por lo que sus proporciones para la solución deben seleccionarse individualmente. Conociendo un secreto, no será difícil.
Materiales:
- arcilla;
- arena;
- agua.
El proceso de mezclar la solución de arcilla correcta.
La arcilla para la solución primero debe empaparse en agua. Lo mejor es hacerlo con un día de antelación. Esto es suficiente para que se disuelvan todos los grumos.
Para empezar, se mezclan arcilla y arena en un recipiente en una proporción de 1:2.
Después de revolver todo hasta obtener una consistencia homogénea, es necesario recoger la solución con una paleta y darle la vuelta. Si el bulto no se cae, entonces se debe aumentar la cantidad de arena.Se añade hasta que la solución cae y quedan vetas de la misma en la llana. Cuando esto sucede, significa que se ha obtenido una mezcla de mampostería óptima que no se desmoronará ni se agrietará.
Mientras mezcla, debe recordar la cantidad de arena y arcilla utilizada. La próxima vez puedes utilizar inmediatamente estas proporciones. En cuanto a la cantidad de agua, esto también requiere un cálculo individual, ya que todo depende de la sequedad del material. Mientras amasas, puedes rellenarlo en cualquier momento si es necesario.